Los gritos se oían por todas partes, ya fuesen de gente pidiendo ayuda o de líderes dando órdenes. También se oían por todo el territorio los disparos, se aspiraba el olor de la pólvora y se veía el horror de la guerra en cada rincón. En mitad de todo ese caos todavía quedanban inmóviles un soldado y una niña.
Él la mira directamente a los ojos apuntándola con la pistola, pretendiendo mostrarse altivo, intimidante... Pero con la vaga esperanza de que ella se girase y echase a correr, tanto como le permitiesen sus piernas.
Ella le devolvía la mirada, en el fondo tenía tantas ganas de huir como él pero a pesar de eso no lo hizo. Permaneció ahí, completamente inmóvil, mirando al hombre que de un momento a otro apretaría el gatillo.
Los ojos de él mostraban miedo. Sus manos temblaban, apenas se podía mantener en pie, sudaba de puro nerviosismo pero seguía ahí parado con el arma en alto.
Los ojos de ella mostraban determinación, no temía lo que pudiera hacerle ese soldado pues había comprendido que ya no le quedaba nada, que ya no podían hacerle nada más y una vez que comprendes eso dejas de tener miedo; en parte porque estás vacío de toda emoción.
Así que ambos esperaron hasta que uno de los dos reaccionó y entonces sus vidas cambiaron para siempre.

BANG

Él se quedó vacío tras haber matado por primera vez en su vida a alguien, ya no sentía nada y ella... Ella tampoco.