- ¿Así que lo dejamos? ¿Así, sin más?

La chica camina de un lado a otro de la habitación, furiosa y a grandes zancadas. No alcanza a entenderlo, todo va bien y de repente… Nada. Años de relación y tan sólo queda un “creo que es mejor que lo dejemos”.

 Él la mira sentado en el sofá sin rastro de lástima por lo que estaba pasando y sin decir una sola palabra al respecto, como si ya no le importara.
Hace tan solo unas horas esa chica lo significaba todo para él y ahora la estaba diciendo que se acabó. Como si de repente la llama que avivaba sus sentimientos se hubiera consumido. Así, sin más. Ella entonces también lo mira y observa con cautela esos ojos que un día la cautivaron y ahora cree ver vacíos.

Suspira y se deja caer al otro lado del sofá con la vista fija en el suelo; no quiere volver a encontrarse con esos ojos que antes la miraban con amor y deseo y ahora tan sólo reflejan indiferencia. Poco después consigue romper el silencio, pero esta vez no hay rastro de enfado u odio en sus palabras, simplemente comprensión. Sí, tal vez era mejor que lo dejaran, que cada uno siguiera con su vida lejos el uno del otro. Antes de seguir ascendiendo demasiado alto como para no poder evitar la caída y con ella el duro golpe. Antes de hacerse añicos, pues ambos eran demasiado dispares: ella era una mujer de altos vuelos y a él le daba miedo volar. Así que sí, era mejor dejarlo. Él, no la cortaría las alas y ella no le obligaría a despegar sus pies de la tierra.
- ¿Sabes? Podríamos haber llegado muy alto.
- Lo sé, pero a mí siempre me dieron miedo las alturas.

Texto presentado a un concurso en el cual quedé 4º. 

Decidme qué os parece y pasaros por el  

blog del concurso a ver al resto 

de participantes, un beso :)

Por cierto, organizo un concurso de relatos podeis mirar las bases aquí. Animaros a participar y difundirlo :D