Al igual que las flores, el calor se marchita poco a poco, dejando al frío invadir las calles vestido con su manto de lluvia y, quién sabe, tal vez algo de nieve.
La gente empieza a vestir sus abrigos, cobijados de los hijas del frío. Los niños calzados con botas de agua, pisan charcos aquí y allá. Las bufandas adornan cuellos; gorros y guantes invitan al calor a volver.
Las gotas de lluvia empapan todo a su paso, la noche invade al mundo quedándose dormida junto a nosotros durante más tiempo, dejando a la luz diurna poco espacio para mostrar su luz.
El viento sopla y mece mi cuerpo hacia tí buscando algo de calor entre tus sábanas, el frío congela todo a su paso, la lluvia empapa las calles y la nieve, si es que llega, consigue helar hasta el más cálido de los corazones...
El viento sopla y mece mi cuerpo hacia tí buscando algo de calor entre tus sábanas, el frío congela todo a su paso, la lluvia empapa las calles y la nieve, si es que llega, consigue helar hasta el más cálido de los corazones...
Y con todo llegó el invierno hasta Madrid...
Una tarde de invierno como tantas,
pero hoy viene del fondo del olvido...
(Juan Cunha)
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