Este el discurso de fin de curso que escribí junto con otros compañeros para el día de mi graduación. Os aviso también de que mañana caerá nueva entrada en mi otro blog y que pronto abriré (o eso espero) un nuevo espacio en blogger :)
La vida se resume en momentos, personas y lugares que dejan huella. Hoy es uno de esos días en los que toca mirar atrás y revivir recuerdos de los que permanecen en la memoria y en el corazón de por vida. Mirar atrás y ver que ha pasado tanto tiempo desde aquel primer día, aquel en el que con la curiosidad asomando en los ojos, los nervios a flor de piel y una enorme sonrisa en el rostro entrabamos por esa puerta.
Entonces tan sólo nos preocupábamos por ser niños. Hoy ya no somos los niños que éramos. Hemos crecido, madurado, y nos hemos vuelto a reunir aquí, donde todo comenzó, solo que esta vez lo hacemos por un motivo distinto: hoy toca decir adiós a todos los compañeros y amigos que hemos hecho, a todos los profesores que nos han acompañado en este largo viaje y han procurado que salgamos lo mejor parados posible, decir adiós a tantos recuerdos que hemos construido con los años…
Como cuando nuestra única preocupación era no poder quedarnos a dormir en casa de un amigo y nuestra mayor reivindicación era ser el chico de los recados. Lo demás carecía de importancia. Sólo nos interesaba marcar un gol, hallar la coreografía perfecta, terminar una colección de cromos o intercambiar “tazos”. Cuando nuestros problemas se solucionaban con un simple "No vale, se repite" y nuestra mayor satisfacción era salir corriendo y poder decir "Por mí y por todos mis compañeros". Donde nos creíamos los reyes del mundo por pasarnos un videojuego, conseguir el mejor juguete por Navidad o llegar el primero en una carrera de chapas.
Han sido años que hoy llegan a su fin invitándonos a salir al mundo real, a alcanzar nuestros sueños, a poner en práctica lo aprendido. En definitiva, a salir ahí fuera y dar lo mejor de nosotros, demostrando al mundo que somos fuertes y que vamos a luchar por el futuro, un futuro que empieza hoy mismo y que vamos a saber afrontar gracias a todo lo que hemos aprendido con vosotros, padres, abuelos, familia y profesores, por supuesto, aunque os ha costado, lo habéis conseguido: nos habéis enseñado, educado, reñido y aun así nos habéis comprendido…
Ahora que ha pasado el tiempo todos debemos afrontar que todo se acaba; que esto llega a su fin: la última clase, el último examen, el último recreo, separarse de un buen amigo, marcharte del colegio, o mejor dicho, de esta casa que nos ha visto crecer y ha presenciado nuestros sueños, nuestros progresos y nuestras metas. Este lugar donde permanecerán nuestros recuerdos.
Pero los finales son inevitables, aunque esta no es una despedida sino un hasta siempre, con la alegría ante lo novedoso, la nueva etapa que vamos a comenzar, y, a la vez, una cierta inquietud ante nuestro futuro incierto.
Tomamos decisiones sin saber si son las correctas, si nos equivocaremos, si caeremos durante el camino…Y nos encontramos como aquel primer día: con la curiosidad asomando en los ojos por lo que está por venir, los nervios a flor de piel por lo que podrá pasar y una sonrisa convertida en llanto, pues despedirse nunca fue del todo agradable aunque esto no sea un adiós, sino un hasta siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Muchos caminaron, pero pocos dejaron huellas... Deja aqui la tuya. Y recuerda que todas las opiniones son bien recibidas siempre y cuando sean educadas (se eliminará cualquier comentario que contenta falta de respeto o spam).
Por lo demás no os corteis, se agradece :)