- No quiero que te rompas - dijo mientras la abrazaba con fuerza para que ella no pudiera volver a salir corriendo.
- Creo que ya es demasiado tarde para pedirme eso - respondió ella entre sollozos y con un suave susurro.
- Pero tú...
- Pero nada - cortó tagante - ¿acaso no te das cuenta? Me pides que no me rompa pero ya estoy echa pedazos desde hace demasiado tiempo. No quieres que me castigue pero yo no puedo olvidar todos los errores que he cometido. No quieres que me sienta mal pero yo no puedo evitar pensar en lo que sola que me siento. No quieres que me pierda pero yo hace ya mucho que no me encuentro, como si no tuviera un lugar al que pertenecer.
Tras esto las lágrimas salieron con más intensidad y él la abrazócon más fuerza, como si quisiera acallar las palabras de la chica; ahogar sus penas con aquel gesto. Después cogiendola de los hombros la miró a la cara la dijo:
- Si te caes y te rompes, yo estaré ahí para recoger los pedazos y recomponerte de nuevo. Si los errores que cometiste te atosigan, yo estaré ahí, y juntos los convertiremos en experiencia. Si te sientes sola, yo estaré ahí, soteniendo tu mano. Si no sabes a donde ir, yo estaré ahí, refugiandote entre mis brazos. Yo estaré ahí, por tí, por mi, por los dos y entonces no tendremos que llorar porque estaremos juntos. Y eso será lo que importe, eso y nada más...
Entonces ella se acercó más a él, que la besó en la frente con cuidado y ambos se fundieron en un abrazo. Un abrazo eterno, como la unión que desde entonces crearon.
Muy bonita pero revisa las altas de ortografía del título del blog que con una me han sangrado los ojos. Te lo perdono porque sé que no es tu intención.
ResponderEliminarY me gusta mucho la historia es una preciosidad ya no quedan chicos que digan esas cosas por eso estamos solteras jajaja
Mi manía de escribir deprisa >.< en cuanto esté en un ordenador corrijo, palabra XD
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